martes, 19 de mayo de 2015

Heroina

La heroína es un derivado opiáceo sintético que tiene el nombre químico de diacetilmorfina o diamorfina. Es el opiáceo ilegal más utilizado como droga de abuso.

Para consumirse la heroína se fuma, se esnifa,




 se inhala o se inyecta por vía subcutánea intravenosa o intramuscular, causando diversos efectos:
Por vía inyectada, fue la forma de uso más común hasta el descubrimiento del SIDA; se disuelve el producto en agua calentada en una cucharilla, y tras agregar unas gotas de jugo de limón o vinagre, se introduce en la jeringuilla, y se inyecta. Puede llegar a alcanzar el cerebro en 15 ó 30 seg.
Actualmente es más utilizada la vía fumada o inhalada (hacerse un chino), calentando la sustancia en papel de aluminio e inhalando los vapores que desprende a través de un rulo o tubo. 
En una primera etapa, denominada en el argot ’luna de miel’, tras la administración hay un ‘flash’, una sensación de placer muy intensa, y a los pocos segundos un estado de sedación total y cierta euforia, con ausencia de cualquier malestar psíquico y que dura aproximadamente 2-3 horas, desapareciendo de forma progresiva.
A nivel físico produce:
-Sequedad de boca.
-Disminución del tamaño de las pupilas.
-Constipación intestinal.
-Enlentecimiento del ritmo respiratorio.

Dosis elevadas provocan la muerte por depresión respiratoria.

Efectos a largo plazo
Éstos dependerán, como en el resto de los consumos, de la cantidad consumida, la vía de administración, aspectos higiénico/sanitarios relacionados con la alimentación, el estilo de vida, etc. En general, los efectos a largo plazo, una vez desarrollada la tolerancia y dependencia a la sustancia son:
-Alteraciones de la nutrición, provocadas por los desarreglos en la alimentación y adelgazamiento.
-Alteraciones digestivas; produce estreñimiento.
-Alteraciones cardiovasculares y de la sangre; entre otros efectos aparece anemia.
-Aumento del riesgo de aborto, parto prematuro, así como alteraciones en el recién nacido.
-Alteraciones psicológicas: apatía (falta de interés), depresión, egocentrismo (estar centrado en sí mismo, necesidad de ser el centro de atención).
-Alteraciones del sistema nervioso: con trastornos de atención, memoria e insomnio.

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